¿Qué son los gigantes y cabezudos?

-Son dos ramificaciones de la Imaginería Festiva, figuras tradicionalmente construidas en cartón piedra y vestidas con ropajes de tela de distintos tipos, atendiendo al rigor del personaje. En el caso de los gigantes, son fabricados de la misma manera pero sustentados por un armazón ya sea de madera o aluminio (antiguamente de mimbre).

Son portados por personas que los hacen bailar en el caso de los gigantes o correr e interactuar con el público, en el caso de los cabezudos. 

Su origen

9po0uil
Ejemplo de uno de los últimos gigantes de San Cristóbal

 

-Estas figuras tienen un origen muy remoto, partiendo desde los mitos y leyendas de las culturas hebreas, germánicas e incluso griegas.

En la tradición cristiana, contamos con diversas apariciones de gigantes (Goliath y David, e incluso San Cristóbal) este último, además de ser patrón de los transportistas, también es considerado como patrón de los portadores de imaginería festiva.

A pesar de estas primitivas apariciones, este tipo de imaginería, tal como la conocemos en la actualidad, aparece por primera vez en la edad media, debido a los requerimientos escénicos de las procesiones del Corpus.

El primer gigante del que hay referencia en España, es en Barcelona, en 1524.

En cambio, los cabezudos son una invención más reciente pero al mismo tiempo, más dispersa y menos documentada, se sabe que fueron extendidos desde Sicilia por el rey Alfonso V el Magnánimo por las regiones de la Corona de Aragón.

Su función era principalmente teatral y carnavalesca.

Prohibición

La primera referencia de gigantes y cabezudos en Zaragoza, data del año 1747, para festejar la venida de Fernando VI, que posteriormente, en 1765, estas figuras comenzaron a adquirir autonomía e importancia en las celebraciones.

Duró por poco tiempo... porque en el año 1780, el Rey Carlos III (VI en Navarra), emite una real cédula en la cual, prohíbe la aparición de los gigantes, cabezudos, clarines y todo tipo de improperio dado su falta de decoro en cuanto a las celebraciones religiosas en toda España.

Dice así:

"Se manda que en ninguna iglesia de estos reinos, sea Catedral, Parroquial o Regular haya en adelante Danzas, ni Gigantones, sino que cese del todo esta práctica en las Procesiones, y demás funciones Eclesiasticas, como poco conveniente a la gravedad, y decoro que en ellas se requiere". 

A pesar de ello, poco después, vuelven a aparecer los gigantes y los cabezudos en las calles, pero de forma pagana y popular.

Concretamente en Zaragoza, hay constancia que en la propia Guerra de la Independencia, los días que los franceses dieron tregua, se sabe que se sacaron 4 gigantes serios y agraciados: Dos hombres, uno vestido de Turco y almalafa encarnada, turbante blanco y otro con camisola, corbata y sombrero de copa; las dos mujeres, vestían con camisas de seda, una color caña y la otra morada bordadas en plata.

4 cabezudos grotescos y con expresiones de reírse con malignidad: tres de raza blanca y uno de raza negra y 4 Caballicos.

Cuando salían a la calle, se decía "Ya sale la familia" puesto que los gigantes eran padre, madre, hijo e hija.    

Más comparsas

Curiosa imagen de unos cabezudos (no se sabe su procedencia) montados en burros por el Coso Alto
Curiosa imagen de unos cabezudos (no se sabe su procedencia) montados en burros por el Coso Alto

Habiendo mencionado el origen de la Comparsa de Zaragoza (el resto de su historia, pueden verla aquí), continuamos avanzando en la dirección de las comparsas de los barrios.

Durante el S. XX los barrios de Zaragoza también adquirían cabezudos, no se tiene dato concreto de la primera fecha en la que los barrios de Zaragoza comenzaron a tener comparsa propia. Sin embargo, se tiene constancia que los primeros barrios fueron el Gancho y el Arrabal a finales del S. XIX y principios del XX. Posteriormente San José, las fuentes, Torrero, Oliver y Delicias.

Conforme crecía Zaragoza, crecían el número de barrios con comparsa.

Dada la casi nula documentación antigua de las comparsas de los barrios, desconocemos muchísimos matices de sus orígenes.

Tan sólo, unas pocas fotos, nos dan una pequeña referencia para poder documentar su historia y andadura.

Gigantillos del Arrabal participando en la boda de "los Foranos" de la comparsa del Ayuntamiento en 1916
Gigantillos del Arrabal participando en la boda de "los Foranos" de la comparsa del Ayuntamiento en 1916
Comparsa del Oliver en los 60
Comparsa del Oliver en los 60
Unos cabezudos acompañando a los del ayuntamiento en 1963 ¿de algún barrio?
Unos cabezudos acompañando a los del ayuntamiento en 1963 ¿de algún barrio?

Es a partir de la segunda mitad del S. XX cuando podemos contar con más documentación gráfica, gracias a programas de fiestas y fotografías de particulares.

Las tradiciones sufren cambios a lo largo de la historia, y la de los gigantes y cabezudos no pasa desapercibida.

Con la adquisición de cabezudos por parte de las juntas de distrito, asociaciones de vecinos, peñas... se comienzan a formar las primeras cuadrillas para portar los cabezudos.

Sus hazañas con las típicas emboscadas, carreras y demás perrerías, hacían que se creara una afición alrededor de los cabezudos, las anécdotas que se cuentan de generación en generación, hacen que despierte interés entre los vecinos.

 

Constructores

-Son muchas las personas que, a lo largo de la historia han dejado su huella en Zaragoza realizando gigantes y cabezudos de forma artesanal tanto para el Ayuntamiento como para los barrios.

Desde el primitivo Félix Oroz, pasando por Bartolomé Domingo e incluso Francisco Rayo, son los escultores de renombre de los que podemos encontrar piezas en las comparsas más importantes. A pesar de ello, la empresa Zaragozana "Juguetería Recacha" es la que más figuras ha aportado a nuestros barrios en los inicios de las comparsas desde los años 50 hasta mitad de los 70.

Eran modelos versionados de los primeros cabezudos modernistas que hacía Lambert Escaler en Barcelona a principios del S. XX.

 

Y realmente, son los que más han cuajado en las fiestas de los barrios.

A inicios de los 80, Juguetería Recacha, pasó a llamarse Aragonesa de Fiestas.

Esta seguía construyendo y restaurando figuras de los barrios de Zaragoza (y del resto de España).

Su producción de cabezudos en serie, provocó que en Zaragoza, todos los barrios cuenten prácticamente con los mismos cabezudos habiendo muchos repetidos, ya que la opción de catálogo, es mucho más económica.

Esto crea la necesidad de comenzar a tener identidad propia, los barrios más pudientes, comienzan a tener cabezudos exclusivos a partir del 2007 y a lo largo de los años, se empiezan a ver cabezudos realizados por otros profesionales como Xabier Garate de Irún, Artesanía J.M. Sanchez e incluso artesanos locales.

Un punto de Encuentro

Logotipo de la Coordinadora de Comparsas de Zaragoza
Logotipo de la Coordinadora de Comparsas de Zaragoza

El último día de las fiestas del Pilar del 2016, la FABZ (Federación de Asociaciones de barrios de Zaragoza), recurre a que varios cabezudos participen en una marcha cuyo itinerario transcurrió desde el Parque Bruil hasta la Plaza del Pilar.

El hecho de que se juntaran diferentes comparsas en un recorrido tan céntrico, hizo que los componentes de los diferentes grupos, alternaran entre ellos.

Poco después, en Enero de 2017, por iniciativa de los dirigentes de las comparsas  de La Jota y Las Fuentes, se celebró una reunión en la que acudieron algunos representantes de algunas comparsas, con el fin de constituir un punto de encuentro, una especie de "Coordinadora" a la que las comparsas puedan acudir, hacer piña y estar unidas.

A partir de ahí, nace la "Coordinadora de Comparsas de Zaragoza" a la que año tras año, se van uniendo las comparsas interesadas en este punto de encuentro.